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De dónde venimos

Este articulo es el inicio de una serie sobre la memoria y evolución del movimiento LGTB+ en nuestro país. 

Corría el año 1971 cuando La codorniz (revista de humor gráfico publicada entre 1941 y 1978) introducía no por primera vez, y de forma grosera, el término homosexual en España por medio de tiras cómicas. A su vez, el tinte denigrante para el colectivo LGTB+ era y sigue siendo resaltable.

Un señor de Pamplona, de cuyo nombre elegantemente no quiero acordarme, me trata de homosexual y de consentido en una carta bastante recia, en otras palabras, claro”. La codorniz (Madrid) Fecha de publicación: 14/3/1971, pp. 4.

Por su lado, Mir Bellgai y Roger de Gaimon, seudónimos que ocultaban las identidades de Francesc Francino y Armand de Fluvià, creaban en Barcelona, a principios de 1970, la primera organización de defensa de los derechos de la comunidad LGTB+ llamada Agrupación Homófila para la Igualdad Sexual (AGHOIS). En 1971 se renombró el grupo y pasó a llamarse Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH), uniéndose a la ciudad barcelonesa Madrid y Bilbao.

La codorniz el 11/4/1971 escribe sobre Sabor a miel, película británica de 1958, estrenada en España trece años más tarde, en 1971, debido a que aparecía el personaje de un chico gay (derecha), Geoffrey Ingham.

Arcadie, Stonewall y la Revolución del 68 en Francia

La prensa francesa de la mano de la revista gay Arcadie (1948-1982), junto con las revueltas de mayo del 68 que animaban a la movilización colectiva, conseguía irrumpir en el público español. Asimismo, hacía poco menos de dos años que habían acontecido los disturbios de Stonewall (28 de junio de 1969) en Nueva York en el bar de ambiente Stonewall Inn.

La red de orgullo LGTB+ comenzaba a entrelazarse y expandirse por Estados Unidos y Europa. Sin embargo, España vivía presa de una dictadura anacrónica a los tiempos de la Europa de los años 70. En pleno verano de ese año, el dictador aprobó la gota que colmó el vaso del colectivo LGTB+. La Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social llegaba para controlar a todos los elementos antisociales que existieran en el territorio español, favoreciendo la unidad del país y ¡arriba España! Por supuesto, entre los sujetos señalados se encontraban mendigxs, drogadictxs, prostitutas, proxenetas y… homosexuales y transexuales. Todxs medidxs por el mismo rasero.

La Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social fue el factor precipitante en la creación del movimiento gay en España y sus posteriores movilizaciones. El imaginario colectivo surgió a partir de experiencias personales y también colectivas de denegación social de reconocimiento a las personas LGTB+. Recordemos la entrevista realizada en 1977 por Ramón Rovira a la anarquista Federica Montseny en vísperas de las movilizaciones homofilas en España: “Por mi parte los considero equivocaciones de la naturaleza” dijo para Andalán. Sorprende un discurso tan homófobo en alguien así, pero está visto que la homofobia no entiende de ideologías. La articulación del rechazo hacia el colectivo LGTB+ se tejió por medio de la acción de la prensa española, obligada por la censura franquista, y la legislación del propio régimen. La confabulación dictatorial fue exitosa a corto plazo, pero provocó la necesidad de liberación identitaria de las personas oprimidas. El cine y el teatro fueron la grieta que abrió la entrada trasera del adoctrinamiento social del estereotipo homosexual. Los personajes masculinos de tendencias homófilas eran considerados extremadamente graciosos y modernos, algo que en pleno 2019 sigue resultando cliché.

Nace AGOHIS para luchar contra la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social

Por medio de la nombrada revista Arcadie miembros del MELH contraatacaron al régimen franquista con la creación del magazine AGOHIS en 1972. Considerada “el suplemento de Arcadie para los españoles”. AGHOIS surgía gracias al director del medio francés, André Baudry, la revista sueca Revolt y el soporte moral y económico del aristócrata Rafael Rosillo.

Empero, solo el 40% de los ejemplares de AGHOIS llegaban a España, pero no fue problema para que sus crónicas sirvieran para normalizar la historia homosexual. Su vida fue corta, contando tan solo con dieciocho ediciones distribuidas desde Francia. Pese a todo, los lazos que consiguió atar el MELH no se consolidarían hasta años más tarde con la muerte del dictador a finales de 1975.

Desde un modelo homófilo tradicional, aquí comenzó el germen de la conciencia LGTB+. El Movimiento LGTB+ en España echaba a andar y el colectivo estaba dispuesto a conseguir que sus derechos fueran reconocidos de igual manera que para el resto de la ciudadanía española.

Fan Pinilla (Abril 2019).